martes, 23 de octubre de 2007

Los apuntes de Carmen

REGIONAL
Jóvenes con síndrome de Down se integran en el ambiente universitario a través de un taller de reprografía que desarrollan en la Facultad de Estudios Empresariales y Turismo
21.10.07 -

«A veces Rosa me mete prisas, pero lo paso bien», asegura María José. Su labor consiste en atender la fotocopiadora y hacer ampliaciones en la Facultad de Estudios Empresariales y Turismo, en Cáceres. María José es una joven con síndrome de Down y Rosa Puerto es la técnico contratada por la Asociación Down-Extremadura para atender las labores de reprografía que demandan los estudiantes en la Facultad de Estudios Empresariales y Turismo, con la que mantienen un convenio de colaboración. «Sí, los alumnos de la Facultad son más pacientes si están ellos, les sorprende verlos tan aplicados», reconoce Rosa durante un descanso del trabajo en la cafetería del centro. María José pide una botella de agua, pero otros compañeros prefieren refrescos de cola o limón. Sacan su dinero, pagan y se dirigen a las mesas. Son las 11.30 de la mañana y comparten espacio en la cafetería con el resto de universitarios. «Es una actividad que se podría hacer en la sede, pero es mejor realizar la parte práctica del taller en un entorno normalizado, en un ambiente en el que ellos se integren y comprueben que pueden hacer una vida cotidiana», afirma Ana Martín, responsable del centro ocupacional de la Asociación en Cáceres.Carmen también es síndrome de Down. Coloca cuidadosamente las hojas, una encima de otra, y las deja preparadas para la encuadernación. Ella da título a esta página, igual que lo podía haber hecho María José o Begoña, Pilar, Miguel, Jesús, Elena, Mariló, Luisma, María o Nacho. Los 11 jóvenes que componen el taller ocupacional se van rotando en las tareas, bien de cara al público con las máquinas fotocopiadoras, bien en la sala de reprografía que les ha cedido la Facultad para que aprendan a manejarse con el papel, guillotinas, grapadoras encuadernadoras... El decano del centro universitario, José Antonio Pérez Rubio, se muestra «encantado» con la experiencia, que les satisface profesional y personalmente. «Venir aquí, relacionarse con otros jóvenes y aprender un trabajo va a resultar muy positivo para ellos», asegura Pérez Rubio, sociólogo de formación. PerfilesLos chicos ponen en práctica en las instalaciones de la Facultad lo que han aprendido en el taller ocupacional. La profesora, Margarita Ramos, explica que se eligió esta tarea «porque es la mejor para realizarla en este lugar». «También se estudiaron los perfiles de los jóvenes y se comprobó que se adaptan bien, les ayuda a mejorar su motricidad fina», añade Ana Martín. Junto a ellas, Pedro Solano, técnico en terapia ocupacional, les adapta las tareas y atiende las evoluciones de los jóvenes, a los que ni las fotografías distraen apenas de sus tareas. «Algunos no saben leer, y entonces tienen que adaptarse con pictogramas; otros presentan más problemas con la motricidad fina, así que se utilizan espirales más gruesas. Tienen su adaptación individual».A la Facultad acuden tres días a la semana, aunque sólo el viernes se desplaza el grupo completo. Lo hacen en autobús. Dos autobusesMartín subraya que «no se trata sólo de que estén aquí, sino que se trabaja también la autonomía urbana». Antes de llegar a la Facultad, deben tomar dos autobuses urbanos que les conducen hasta el campus. Van a la cafetería, piden, trabajan las habilidades sociales y se mezclan con gente de su edad, ya que tienen entre 20 y 30 años.De momento, la presencia de estos jóvenes con síndrome de Down que fotocopian apuntes o encuadernan pretende que ellos trabajen, sino que aprendan. Es un paso previo a la inserción laboral, que se plantea como el objetivo final. En la Facultad están hasta la una y media. Luego regresan a la sede del centro ocupacional, comen allí y continúan con actividades hasta las cinco y media. A través de la Asociación, el grupo de 11 jóvenes, de Cáceres y localidades cercanas, está desarrollando un programa pionero de convivencia, 'Aprendiendo a vivir', para el que también están en contacto con la Universidad de Extremadura, en este caso, con alumnos de la Escuela de Enfermería y Terapia Ocupacional.