Desde el ayuntamiento se trabaja en varios frentes para ayudar a los cacereños con alguna discapacidad.Uno de los mayores problemas de las personas con discapacidad es que la sociedad ignora sus capacidades.
La edil de Asuntos Sociales, en el centro con chaqueta, posa durante uno de los actos con las asociaciones.
Una persona es discapacitada cuando tiene un grado de minusvalía igual o superior al 33%. No se sabe con exactitud cuántas personas hay en Cáceres en esa situación, pero el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (Imas) tiene registradas 25 asociaciones que agrupan a personas con distintos tipos de minusvalía. Y se siguen incorporando a la lista otras nuevas. El Imas está en conversaciones con la Junta de Extremadura para que se implante en Cáceres un representante de la figura del Defensor del Discapacitado, que tiene su sede en Olivenza. La idea es que haya un trabajador social y un auxiliar para que funcione aquí esa representación de forma permanente y puedan dirigirse a ella quejas o consultas.
Desde el órgano responsable de asuntos sociales del ayuntamiento se intenta ayudar y orientar a esas personas en el marco de las competencias del consistorio. "Una de nuestras labores es informar y derivar --dice uno de los técnicos del Imas--. "Queremos ser el punto de referencia para que cualquier persona con discapacidad pueda venir y decirnos lo que necesita o la duda que tiene". Eso por lo que respecta al caso individual. En lo colectivo, se llevan a cabo tareas de sensibilización con la Fundación ONCE y con la Junta.
ACCESIBILIDAD Pero la sensibilización no es suficiente. Hay que actuar también en lo material. Y una de las preocupaciones del ayuntamiento es que la ciudad sea cada vez más accesible para las personas con algún problema de movilidad. Para ello, se sigue insistiendo en la adaptación de taxis y autobuses, aunque un buen número de ellos ya pueden ser utilizados por personas en silla de ruedas. Por lo que respecta a los edificios, hay un empeño de todos los organismos públicos en que sus edificios sean lo más accesibles posible.
Otras áreas en las que se trabaja desde el instituto de asuntos sociales son en la formación del voluntariado y en la accesibilidad a la comunicación. La labor de los voluntarios es imprescindible para apoyar a las personas que necesitan una ayuda más directa. Y en cuanto al acceso a la comunicación se trata, por ejemplo, de algo en apariencia tan evidente como que una persona que no oye pueda seguir lo que se dice en un programa de televisión mediante lenguaje de signos o recurriendo a un aparato que ponga subtítulos.
DIA INTERNACIONAL .Todas esas iniciativas se enmarcan en el programa que se inició en Cáceres con motivo del Día Internacional del Discapacitado el pasado 3 de diciembre. "La gente no conoce las capacidades que tienen las personas con discapacidad", se asegura desde el instituto municipal.
Y las cifras lo corroboran: la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) establece que las empresas de más de 50 trabajadores tienen que reservar el 2% de sus puestos para personas con minusvalía. La comunidad autónoma que más cumple es Murcia, donde el 40% de las empresas respeta ese cupo. En Extremadura, solo el 8% de las empresas lo cumple. Queda mucho por hacer.