Comienzan un proyecto de aprendizaje en prácticas pionero en Galicia
«Somos
personas con derechos y deberes, y queremos que se reconozcan nuestras
capacidades y que nos den ocasión de poder demostrarlas, por eso
agradecemos a BBVA la oportunidad, porque así tendremos más
posibilidades de conseguir un puesto de trabajo como todas las
personas». Con este breve discurso, el joven Rubén Yáñez resumía ayer su
sentimiento y el de otros cinco compañeros que, al igual que él, tienen
síndrome de Down o discapacidad intelectual. A partir del lunes
comenzarán su formación en prácticas en las oficinas ourensanas de la
entidad financiera.
Tendrán que certificar cien
horas, en las que pasarán por diversos departamentos del banco, «desde
los archivos hasta la atención a los clientes, para conocer su
funcionamiento, tal y como hicimos todos cuando empezamos» resumía
Carmelo Beltrán, el director de la Territorial Noroeste de BBVA.
Él
fue ayer el encargado de dar la bienvenida «a seis nuevos compañeros,
algo por lo que todos nos sentimos muy orgullosos y que nos hace mucha
ilusión; sabemos que nosotros somos los afortunados porque no sé cuánto
vais a aprender de nosotros, pero estoy seguro de que nosotros somos los
que más vamos a aprender de esta experiencia».
El origen de la iniciativa
Este
plan de integración sociolaboral que ayer firmaron los directivos de
Down Ourense y del BBVA es pionero en Galicia, ya que por primera vez
personas con discapacidad intelectual o síndrome de Down tienen la
oportunidad de desarrollar su formación en oficinas bancarias.
El
germen de la iniciativa surgió del concurso convocado desde el Programa
de Voluntariado de BBVA. La asociación Down Ourense presentó la idea y
fue preseleccionada como finalista entre más de 70 proyectos. «Los
empleados de BBVA en Ourense hicieron el resto; anduvieron muy hábiles»,
resumía medio en broma el responsable de la oficina de voluntariado,
José Ramón Vázquez.
La elección final de los
proyectos recae en el personal de la entidad financiera. «Cada empleado
tiene un voto y se lo puede dar a quien quiera, pero los de Ourense,
nada más ver que había este preseleccionado, no solo le dieron su voto,
sino que convencieron a compañeros de otras zonas para que lo votasen»,
explica Vázquez.
Ayer la recepción de los seis
jóvenes se convirtió en una pequeña fiesta en la que participaron todos
los empleados de la sucursal que BBVA tiene en la calle Progreso de la
capital ourensana. Los chicos, que acudieron acompañados de algunos
familiares, recibieron además el diploma del curso de Prevención de
Riesgos Laborales que realizaron la semana anterior para poder
incorporarse.
«Estoy seguro de que nosotros somos los que más vamos a aprender con esta experiencia»
Carmelo Beltrán