martes, 28 de agosto de 2007

(ENTREVISTA diario extremadura)

Antonio Ventura Díaz, preside la Asociación SINDROME DE DOWN Extremadura :
"Queda mucho camino para integrar a personas con síndrome de Down"
14/03/2005 J. L. BERMEJO

Antonio Ventura Díaz preside Cermiex y Asindoex.

Pablo Pineda fue noticia el pasado 28 de febrero, cuando recibió la medalla de Andalucía. Trabaja en el Ayuntamiento de Málaga y es la primera persona con Síndrome de Down que tiene un título superior universitario. Su historia convierte en actualidad la de otras muchas personas que trabajan en la integración de este colectivo, labor que en Cáceres, con sedes comarcales en la capital y Plasencia y con la atención a más de un centenar de personas, realiza la asociación autonómica Síndrome de Down, que preside Antonio Ventura Díaz.
--La historia de Pablo Pineda, ¿es una excepción?
--No es ninguna excepción. Con un trabajo adecuado, desde el punto de vista pedagógico, se podrá conseguir que aprenda a leer y escribir, y a desarrollar con cierto éxito la enseñanza primaria. Todas las metas restantes dependerán de su aptitud.
En todos los casos es indispensable el buen trabajo de profesores y de unos profesionales comprometidos y con un sentido ético de su profesión.
--¿Ayudará a romper prejuicios lo ocurrido a este joven malacitano?
--Sin lugar a dudas. Ya es hora de que la sociedad se dé cuenta de que debe de proporcionar igualdad de oportunidades a todos los niños y a todos los jóvenes, independientemente de sus condicionamientos físicos, psíquicos y sensoriales.
--La sociedad actual habla mucho de integración, ¿los prejuicios contra las personas con síndrome de Down han disminuido o están soterrados?
--Todavía queda mucho camino por andar. Es necesario crear nuevos contextos y nuevos ambientes en los que las personas con síndrome de Down sean tratadas con absoluta normalidad.
--¿Una persona con síndrome de Down tiene que demostrar más que los demás?
--Así es. Se parte de la base de que no tiene aptitudes, que sabrá hacer pocas cosas y que no aportará prácticamente nada a la sociedad. Pero la realidad es muy distinta: aportan más que cualquier otra persona y enriquecen afectivamente y emocionalmente cualquier ambiente familiar, escolar, de amigos...
--En la provincia de Cáceres y en la región hay un importante movimiento asociativo de padres. ¿Qué resultados está consiguiendo esta unión?, ¿son menos de los que potencialmente se pueden obtener?, ¿o más?
--El movimiento asociativo en la provincia y en Extremadura está consolidado. Todavía queda mucho por conseguir, pero si no existiese el movimiento asociativo, las personas con síndrome de Down seguirían estando encerradas en sus casas, en condiciones muy primarias.
--Se habla mucho de las instituciones y de la necesidad de su ayuda, pero pienso que la normalización empieza por los padres y por los familiares.
--Cierto. Son los padres los que están obligados, en primer lugar, a romper todas las barreras y conseguir la plena normalización de la vida de sus hijos.
--Mi impresión cada vez que veo la fotografía de un político con personas con una discapacidad es que parece que hay una instrumentalización de estas personas en beneficio de la institución, ¿es adecuada la participación de las instituciones de la provincia y de la región para la integración del colectivo con síndrome de Down?
--Desde luego, yo he ostentado cargos políticos. Lo único que permito es que me tachen de instrumentalización de las personas con discapacidad para conseguir los mayores objetivos de integración, de igualdad de oportunidades, de felicidad, de calidad de vida, y si todos estos objetivos los consigues, al final te puedes dar por satisfecho porque con tu trabajo has compensado en algo el terrible desequilibrio de la balanza.
--¿Todo pasa por la ayuda pública o de las asociaciones de padres para conseguir esa integración?, ¿qué más caminos hay?
--El apoyo de la sociedad, de los profesionales, del mundo empresarial para conseguir la plena integración laboral.
--Me ha llamado la atención una frase que he leído sobre las personas con síndrome de Down en la que se afirma que ser síndrome de Down te coloca en una categoría que pesa más que tus potencialidades, ¿ocurre esto realmente?
--Por supuesto. La sociedad funciona con clichés, con estereotipos con respecto a las personas, incluso con los colectivos. Conseguir una imagen de normalidad, en que todas las estéticas sean plenamente aceptadas, al menos al mismo nivel que los grupos contraculturales, está todavía lejos.