por | María Teresa Alicia Silva y Ortiz |
Psicopedagoga por la UNAM de México | |
caricia, en lugar de tener un clima de tensión: gritos, regaños, prisas, emergencias en los últimos minutos. Las prisas antes de ir a la escuela crea disgustos. 2. Retomar el horario que se tiene regularmente los días de escuela: para descansar (levantarse y acostarse), comer, actividades. 3. Establecer una rutina diaria que permita fomentar hábitos básicos: aseo, orden, respeto, responsabilidad, etc. 4. Asignar un lugar y horario para estudiar y hacer tareas. 5. Contar con una caja que tenga material básico para hacer las tareas: lápices, colores, goma de borrar, pegamento, tijeras, regla, estuche geométrico, papel, diccionario y libros de consulta. 6. Antes de acostarse, hay que dejar preparado todo lo que se requiere para el día siguiente: ropa (uniforme), mochila, la mesa puesta, tener pensado qué se va a desayunar y, si es posible, dejar listo algo ya. 7. Pararse con tiempo suficiente para arreglarse y desayunar sentados. Es indispensable que los niños hayan desayunado lo suficiente antes de ir a la escuela. 8. Antes de acostarse hacer un sencillo ejercicio de relajamiento. 9. Contar con una rutina que vaya preparando al niño a dormir: bañarse, ponerse la pijama, merendar, ir cerrando la casa y apagar las luces, escuchar un cuento, rezar, un beso y taparlo, por ejemplo. 10. Disciplina: no tener miedo a corregir. Los padres son la autoridad. 11. Reglas claras, centrándose más en lo que el niño puede hacer que en la prohibición. Dar a conocer las consecuencias si no se cumple. 12. Los puntos básicos de disciplina no son negociables. Si ya se ha establecido que no se permite determinada conducta, evitar hacer excepciones, pues uno mismo está infringiendo sus propias reglas y ocasiona confusión y da margen a la desobediencia. 13. Dar las indicaciones con exactitud y respeto, pero con voz firme, viendo directamente a los ojos del niño, en lugar de gritarle. 14. Tomar en cuenta que el juego del niño es importante para él. Dar indicaciones que le permitan terminar lo que está haciendo. “Por favor ve terminando y arreglando tus cosas, pues en 10 minutos salimos”. 15. Un error frecuente: “estoy de buenas, lo tolero o permito; mi humor está alterado, regaño, castigo y me enojo porque me desobedecen y no hacen lo que uno les pide a la primera”. 16. Pedirle las cosas al niño con respeto y ser muy claro cuándo se tiene que llevar a cabo. Si es de inmediato, indicarlo en lugar de estar repitiendo la orden varias veces: uno aviso, dos ejecución. 17. Reconocer el esfuerzo que hace el niño. Si no logra el objetivo deseado, ayudarlo a que repita la tarea las veces que sean necesarias hasta que lo logre. 18. Evitar los golpes, insultos, gritos, empujones o jalones. Los castigos deben tener la consecuencia natural a la falta cometida. 19. Los premios deben ir más hacia la estima del niño y el reconocimiento de su esfuerzo, que gratificarlo con comida o con objetos. 20. La escuela es la ocupación de los niños y se debe fomentar que cumplan con ella con responsabilidad. 21. Fijar una meta concreta y realista con el niño todos los días. Esto le ayudará a darse cuenta de sus logros y lo motivará a seguir progresando. 22. Evitar hacer comparaciones entre hermanos. Cada niño es único y tiene sus propias cualidades y deficiencias. Ayudarlo a que se compare consigo mismo y se dé cuenta de su propio progreso. 23. Hacer por lo menos una comida en familia diario. 24. Fomentar la convivencia familiar lo más que se pueda entre semana y dedicar los fines de semana a hacer actividades que involucren a todos. Limitarse a ver televisión, aunque estén todos juntos, no es convivir si no aprovechan el programa para hacer comentarios, reflexiones, etc. 25. Alentar más al niño en lugar de descalificarlo. Fijarse en lo que ha logrado, por mínimo que sea e invitarlo a que haga lo demás igual. 26. Ayudarlos a tomar decisiones: proponer dos o tres opciones que le permitan libertad de elección al mismo nivel. Si uno le dice: “pero yo prefiero que...”, ya no lo está enseñando a elegir. Uno elige por él. 27. Cuando el niño está alterado, hay que ayudarlo a que reconozca su sentimiento y decirle que uno quisiera ser un mago pero hay que hacer lo que se pide. 28. Actitud positiva ante la tarea. A veces ya desde cómo se le pide que estudie implica una actitud negativa a dicha actividad. 29. Si uno piensa que el niño no lo va a lograr, así será. Si uno le enseña a dar pequeños pasos con base en lo que va dominando, él logrará su meta. 30. No criticar a la autoridad: pareja, profesores, abuelos, gobierno, etc. Cada vez que uno lo hace, se descalifica a la autoridad en general. 31. Motivar para el éxito en lugar de utilizar la amenaza o centrarse en el fracaso: “si no estudias, te van a reprobar”. 32. Resalten los aciertos del niño, en lugar de poner taches y recados con rojo constantemente. Si el niño ve pocos resultados, cada vez trabajará menos. Si se le reconoce que algo hizo bien, intentará mejorar. 33. Centrarse en la solución del problema: ¿qué puedo hacer para que por lo menos pueda percibirlo de otra manera?, en lugar del conflicto o contrariedad. 34. Recordar que todo lo que se hace por el niño, él ya no lo va a intentar y, por lo tanto, tampoco lo aprenderá. 35. Los niños deben tener tiempo para jugar de manera que muevan su cuerpo, utilicen su imaginación y desarrollen su creatividad. Entre más televisión vean, menos oportunidades tendrán para pensar y hacer cosas que les permitan aprender. |